domingo, mayo 31, 2020

Cementerio vs Terrazas

 
Hoy me he acordado de todo eso que se decía cuando aplaudíamos a las ocho (bueno, yo no aplaudía porque ya sabía que era una pantomima): "esta pandemia nos cambiará, no seremos los mismos". Carcajada. De momento, yo no veo que nada sea distinto. Esta semana ya he visto las terrazas hasta los topes, sin ningún tipo de distancia de seguridad ni nada de todos esos planes de desescalada que diseñan los expertos y que llenan tantos documentos oficiales. Como estoy un poco enfadada con el mundo, mi irritabilidad está más elevada, y tengo una especie de cruzada personal. No sé qué historia nos están contando de cómo será el verano de la nueva normalidad. Pues será igual que siempre, con playas abarrotadas e idiotas que se te sientan encima de la cabeza, si es necesario, y te ponen su lista de canciones preferidas en la oreja y los pies en la boca.

Ayer vi la película "Les Combatients", me quedé con la frase “para sobrevivir hay que aprender a aburrirse”. Hoy he visto "1985" y he rescatado la siguiente "antes de brillar, se pasa por la oscuridad."

He tenido un día muy tranquilo. Por la mañana, me he sentado un rato al lado del cementerio, bajo el sol. Claro, a ver... entiendo que mis opciones no sean las más populares. Es un lugar excelente para estar: árboles, césped, hierbas salvajes y una tapia. Todas esas condiciones hacen que esté bastante frecuentado por perros y sus humanos (como yo), y es un buen lugar para no hacer nada y sobrevivir.

Estoy releyendo "La constelación del perro", una novela deliciosa sobre un mundo apocalítico después de una gripe mortal que ha barrido a la humanidad. Tu cara me suena. Es una historia de supervivencia muy emocionante, con momentos de esperanza y de soledad. A pesar del tema, diría que es una novela luminosa.

He disfrutado mucho de pequeños momentos durante el día, escuchando a The Buttertones en la terraza, yendo en bici por la tarde por las calles de mi barrio y bailando con la perri.

A partir de la semana que viene vuelvo a la vida social. Una actividad social por semana. Ni una más ni una menos. Cuando retomemos los ensayos, pues ya serán dos. 

















8 comentarios:

  1. No va a cambiar nada. Los sobrevivientes se creerán inmunes aún cuando continúen muriendo, en silencio y sin prensa que los acompañe.

    Saludos,

    J.

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    1. Hoy he visto una película sobre los primeros años del Sida. Muestra una situación tal cual has descrito en tu comentario.

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  2. Anónimo11:45 a. m.

    No hacer nada es dificilísimo, nada ni nadie te lo pone fácil. Enhorabuena.

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    1. Bueno, tampoco soy un ejemplo a seguir de persona que no hace nada, porque al final siempre acabo buscando alguna evasión.

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  3. <3
    Lee ESTO.
    Han pasado cinco años. Five years, that's all we got.
    ;-)

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  4. Somos como los ateos de última hora que cuando ven la cosa complicada se ponen a rezar... luego siguen vives, lo que sigan vivos, y todo se olvida...

    Los ricos más ricos, los pobres igual de pobres y creyéndose ricos... no aprenderemos nada, eso seguro.

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  5. Una entrada muy completita, con buenas recomendaciones y reflexiones. Me encantan los cementerios (a ver, no todos, que los hay muy feos) y las iglesias, siempre se está tan tranquilo...

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