Podría decir que estoy en el séptimo cielo laboral. También podría decir que he hecho grandes esfuerzos.
Siento amor cuando mi perra corre por el parque, contenta y despreocupada, y luego volvemos a casa tras la alegría inmensa del césped, los àrboles, la fuente y el sol de la tarde escondiéndose, y se oyen platos en las cocinas de las casas y algunos televisores encendidos.
Me he comprado una linterna para leer cuando no hay demasiada luz. Creo que también va a ayudarme a iluminar eso que tanto miedo da. ¿Y si me quedo atrás? Y el mundo sigue y no logro alcanzarlo...
Hoy he nadado mucho y he sentido que avanzaba. Había un chico en el carril de al lado. Solo me gustan si son nadadores. Ha salido del agua y se ha puesto un albornoz negro. Era el chico más guapo del mundo y lo he mirado.
Últimamente tengo el sueño roto. Me he despertado a las cuatro de la mañana. Me he acordado de que A. me había dicho que la luna de octubre era la más redonda. Y me he levantado de la cama para verla.
una linterna que haga desaparecer lo miedos... me gusta la idea, una forma de llevar algo de luz a los rincones oscuros del alma...
ResponderEliminarOscuridad, luz y sombra.
Eliminareso es verdad, la luz siempre lleva consigo, imposible separarla, la oscuridad...
Eliminar¿Lo era? ¿Era la luna más redonda?
ResponderEliminarSaludos,
J.
No lo sé, era muy redonda, pero no sé si la que más :)
EliminarLo de la linterna me ha recordado cuando era niña y de noche, cuando mis padres ya me habían mandado apagar la luz, leía bajo las mantas con una linterna para que no me descubrieran, es un recuerdo bonito, entre la emoción y el miedo a ser descubierta...gracias por traerlo a mi memoria. Espero que esa linterna encendida ahuyente el sueño roto y al miedo.
ResponderEliminarEs una linterna peculiar. De momento, la he usado también para reparar cosas.
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