Hoy he estado leyendo en el césped de la piscina, no recordaba que era mi lugar preferido hace unos años. Me he puesto un bikini negro, uno con las clásicas tres rayas de adidas, que me dio mi última pareja porque a ella le apretaba. Estaba en un cajón, no tenía presente que seguía allí. He estado pensando en que no estar es una forma bastante íntima de estar.
Siempre que veo un autobús vacío me entran ganas de subirme y plantearle al conductor de buscar otro destino diferente al que figura en el cartel luminoso de ahí arriba.
ResponderEliminarMe parece una idea buenísima. Sí, crees que alguna vez se deben desviar de su ruta?
Eliminar