domingo, noviembre 06, 2022

¿Por qué siempre tengo en mi cabeza que debo demostrar algo?

Tengo que ir a la psicóloga y a la oftalmóloga. Ambas especialidades están relacionadas con cómo ver, qué ver, cuánto ver, dónde ver. 

Reconozco que estoy en un momento extraño. Ni bueno ni malo. Al final, lo que nos pasa, es la vida. Todo esto que nos pasa es la vida.  Las decepciones, las ilusiones, los éxitos, los logros, los sueños, las frustraciones, el aburrimiento, los enfados, los ni fu ni fa, la euforia, los disgustos, las alegrías, las primeras veces, las últimas, las noches en vela, la ropa por recoger, los platos sucios, los encuentros, los reencuentros, los momentos de luz y los momentos de sombras. 

Hoy hemos hecho un concierto. No es nada fácil lo que hacemos, la verdad. Siempre tengo la sensación de que salimos al escenario a demostrar por qué estamos en ese escenario. Puede ser agotador. Me gustaría salir al escenario sin más. Puede que sea un tema mío. El tener que demostrar siempre que soy válida para esto y para lo otro, como si siempre planeara la duda. Si de algo me sirve escribir estos diarios es para dar con la clave, con la pregunta exacta. ¿Por qué siempre tengo en mi cabeza que debo  demostrar algo? De todos modos, sí, lo que hacemos es complicado se mire por donde se mire. Y lo que hace el público que viene a vernos, también. Plantarse frente a un grupo, del que no conoces nada (o apenas nada) y sencillamente quedarte por curiosidad, es bastante fuerte... Aunque tal vez, el hecho de conseguir que se queden y que los aplausos cada vez sean más entusiastas, y que en los finales de concierto siempre haya esa sensación de haber conseguido hacer disfrutar con tu música a esas personas random que han venido a verte, tiene su mérito.

Hoy estaba en el escenario y pensaba, esto mola, estar aquí, tocando, y que te miren, y te escuchen, y a la vez pensaba, qué difícil es estar aquí tocando frente a estas personas, exponiéndome tanto. Después de cinco años haciendo conciertos, tengo ya una serie de estrategias para sobrellevar los momentos complicados en el escenario. Básicamente, mi estrategia para los momentos de agobio es recordar cómo me gustaba de pequeña imaginarme tocando en un grupo, bajo esas luces rojas y esos focos que a veces deslumbran y no dejan ver más allá. Y me transporto a mi habitación de entonces y a esos momentos de ensoñación.

Hoy he cogido dos taxis. El otro día me compré una guitarra. Ayer me fui a dar un masaje de una hora. Si tengo un problema, no es monetary.



2 comentarios:

  1. Esa vocecita interior que te dice que no vales, que no eres lo suficientemente buena, ¿verdad? Por un lado es la única forma de mejorar, de intentar hacer que se calle de una puñetera vez, por otro lado es agotadora...

    ResponderEliminar
  2. Es esa necesidad de aprobación, que no es mala, porque somos animales sociales. Y tenemos miedo a decepcionar a los demás. Pero luego, con los aplausos, te das cuenta que noe ra para tanto y estaba todo en tu cabeza.
    Suerte de las psicólogas, que nos ayudan a ver con más claridad.

    ResponderEliminar

Deja tu mensaje secreto.