martes, agosto 10, 2021

#15 (Diario de verano, 2021)

Mi primera impresión de Valencia es que todo estaba más limpio que aquí y que era una ciudad muy luminosa. Conocí a mucha gente y lo pasé bien. No soy consciente de que la sorpresa veraniega es bastante guay. Estoy en un momento de incredulidad.

Las vistas desde la terraza han cambiado. Ya no veo la noria del Tibidabo ni el santuario, ni la montaña, ya no se me pierde la vista porque topa con el esqueleto de un edificio en construcción, líneas rectas y bloques de cemento. Me da pena. Qué sensible.

Sigo contando piscinas. He reencontrado mi refugio. Voy a la misma piscina desde hace diez años. Aunque de forma intermitente. Tuve una época en la que probé otra desde la que se veía la calle mientras nadaba, y me parecía poético ver a la gente pasar mientras yo estaba en el agua, pero echaba de menos la luminosidad de la otra, los carriles anchos, los banderines de colores. Y volví. Siempre se puede volver con tu ex-piscina. 

Contar piscinas es una actividad casi meditativa. La número 1 de ida, la número 1 de vuelta. La número 20 de ida, la número 20 de vuelta. Imagino las cifras sumergidas. A veces, visualizo un panel como el de las salidas y llegadas de los aviones en los aeropuertos. Contar piscinas me calma y señala mi ubicación al momento.

Puede que empiece a tocar en otro grupo. Me gusta la idea de estar en dos bandas y tocar con gente distinta, empezar algo de nuevo.

No tengo ganas de irme de vacaciones sola. Pienso en las veces que lo he hecho, y me imagino, y no me apetece.  No me ilusiona. Las cenas sola fuera de casa me ponen triste. Qué sensible. Así que no sé. No sé. Puede que tenga que cambiar de ángulo. O buscar una casa para cenar.

Rompo muchos vasos y muchos platos, últimamente. Se derraman líquidos. Estoy tan acostumbrada que ya ni me enfado. Lanzo un joder, pero bajito, y lo recojo enseguida.


1 comentario:

  1. las cosas se rompen, los grupos se disuelven, a veces no te apetece ir de vacaciones y hasta las piscinas, un mal día, las cierran y no vuelven a abrirlas.

    La vida es caos, lo importante es encontrar algo que hacer con él.

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