Lunes. Me comí un plátano y me puse el bañador. Cogí la bici, todavía no había amanecido. A las 7:10 estaba en la piscina. Por el pasillo, me cubrí la cabeza con el albornoz porque sentí algo de frío... En el primer carril solo había una persona y fue el que escogí. La persona me dijo "buenos días". El agua estaba tibia y algo salada, por la sequía. Mientras nadaba, vi salir el sol por el ventanal. Cada vez que sacaba la cabeza para respirar, veía la lengua de luz avanzando por las fachadas. Pensé en lo cerca que estaba de la playa. La luz del sol cerca del mar es distinta. Es muy brillante. 40 piscinas y se hizo de día.
En las duchas hay carteles que recomiendan que no dure más de tres minutos. El zumbido del secador de pelo en el vestuario vacío.
Al volver, saqué a mi perra y me compré un café y un bocadillo. Desayuné en casa. Encendí el ordenador. A las 9 empecé a contestar mails. A las 9:30, primera reunión del día.
Me gusta empezar el día con algo que no tenga que ver con el trabajo ni con sus obligaciones. Un poco de bici, incluso cuando hace frío, es una buena opción :)
ResponderEliminarHace unos años, hasta la pandemia, iba a trabajar cada día en bici y lo echo bastante de menos. Ahora salgo por las tardes con la bici.
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