domingo, diciembre 23, 2018

No perder el control



Están pasando muchas cosas que deseaba que pasasen, y todas juntas, una detrás de otra, a final de año. Está siendo una explosión de euforia. Euforia contenida, eso sí, no me voy a flipar. Así me protejo. Yo siempre voy con la mano preparada para frenar. Creo que es inteligente. He sucumbido a la moda de los gorros. Eso sí que no es inteligente. Pero es que tengo frío en la cabeza por las mañanas cuando salgo a las siete y media en la bici. La música sigue siendo mi amor más importante y me está dando mucho. Recientemente también he conocido a una chica que me gusta (pelirroja, no sé qué me pasa este año con las pelirrojas, pero han marcado la tónica) y cuando estoy con ella aprovecho para besarla siempre que se me pasa por la cabeza que me gusta, por si acaso. Nunca se adónde llevan mis "por si acaso", son similares a la línea del infinito.




viernes, diciembre 07, 2018

Días para mí



Ayer decidí pasar el día sola. Aproveché el sol para pasear y para fichar las novedades del barrio. La perri estuvo corriendo por el parque y tratando de hacer hoyos en el césped. Luego estuve comiendo en la terraza y más tarde tocando la guitarra. Pasé un buen rato viendo videos de Tijuana Panthers, vídeos en directo. Aprendo mucho viendo tocar a los grupos que me gustan. Me fijo en detalles que empapo. He dormido en el sofá. A veces me gusta ser invitada en mi propia casa. O como si fueras a dormir a otra. Dentro de un rato saldrá el sol y lo iluminará todo.

lunes, diciembre 03, 2018

Espectro




El viernes disfruté muchísimo. La gente gritaba y hacía ruido. Me hacía ilusión tocar en ese antro hurrako... Tal vez me lo pasé tan bien porque estaba relajada. Me sentí como si fuéramos parálisis permanente y estuviéramos en los 80's. Bueno, me flipé mucho. Fui feliz. Qué más da el motivo.

Hoy ha empezado una nueva semana. Un nuevo mes. Casi un nuevo año. No me apetece en absoluto que pasen los días, que se pierdan las horas, que se gaste el tiempo. No me apetece aburrirme, pero me aburro. Me aburro muchísimo. Últimamente, algunas tardes son largas y vacías, supongo que debo volver a llenarlas de actividades para entretener la cabeza. Es algo que me pasa desde que era niña, y en la adolescencia me pasaba contínuamente, pero pensaba que en el futuro desaparecería. Ahora pienso que en el futuro será muchísimo peor. ¿No es falso entretenerse? A mí me lo parece. Puede que el aburrimiento sea una circunstancia de la vida que debamos aceptar. El aburrimiento y la soledad. Por eso, cuando aparece  algo o alguien que me lo quita, me fascina. Pero la cuestión es que no aparece  así como así, a veces no aparece nada por mucho que lo busques o lo intentes o lo propicies. Espero que mis lectores/as positivas y optimistas no se peguen un tiro, seguro que no porque seguirán creyendo en el universo y en su poder.

Debo decir que las mañanas son siempre bonitas, esperanzadoras, justo antes de salir el sol. Paso con la bici por al lado del parque de la ciutadella y siento algo parecido al amor. Pero creo que es un recuerdo.

Fue el cumpleaños de mi abuela. Estaba feliz. No quiero vivir tanto como ella. 

domingo, noviembre 25, 2018

Rendición




El conductor iba escuchando música de mierda. Los rótulos luminosos de la Gran Vía parecían más solitarios que nunca. Las luces de navidad gastadas y sin brillo. C, al despedirse, todo drogado me ha dicho “ojalá pudiera pasarte algo de mi pasotismo... No soy super feliz, pero no me afecta demasiado. La semana que viene jugamos a ping pong y te preparo un día especial.” Sí, ojalá pudiera.

Me he ido de la fiesta porque no lograba divertirme. Creo que, simbólicamente, es un gesto de rendición. Irse de una fiesta es desencanto.

Me pregunto si no debería rendirme. Rendirme, en general. Marcharme a un lugar seguro para estar a salvo. Me dan miedo las personas. No todas. Solo las que me tratan mal.

martes, noviembre 20, 2018

Qué días tan raros




Tengo miedo (a veces, escribo algo y desaparece, como si envolverlo en un nombre lo hiciera cambiar de aspecto, como si la palabra fuera un disfraz) o ya no tengo miedo. ¿Es esta ausencia miedo? O es todo lo contrario. Es desconcertante. No sé si tengo miedo o si he dejado de tenerlo.  Me dijo R que era muy inteligente y que todo lo filtraba. No sé que quiso decir exactamente. Mañana se lo preguntaré. Ser sensible, y ahora también inteligente, es una putada grande. 

Los últimos días han sido como despertarse de una siesta larga en el sofá. Han sido extraños. Tan extraños... 

Ya no escribo poemas de amor, la inteligencia me censura todo el tiempo. Risas. Creo que eso es lo que quiso decir R. Qué bonito era ser imbécil...


viernes, noviembre 09, 2018

Repetición





Me he resfriado. Estoy un poco triste también, creo que por eso me he resfriado, para que mi cuerpo no desentone con lo que siento. Ayer me fijé en las copas de los árboles iluminadas por los últimos rayos de sol y también en la parte alta de los edificios, bañados en esa luz espesa y anaranjada del atardecer. Fue llegando al Parque de la Ciutadella. Me pareció hermoso; sin embargo, me sentí dentro de una repetición sin pausa. Me está costando mucho. Pero no pasa  nada.  Bueno sí,  sí que pasa. 

viernes, octubre 26, 2018

Dándonos amor


El fin de semana pasado dormí poco pero aproveché muy bien mis horas despierta.

Estuvimos tocando en una fiesta dentro de un convento de una antigua colonia industrial abandonada. Ahora funciona como residencia artística y espacio creativo.  Me sentí en paz al lado del bosque y del río, que bajaba repleto de agua. Puede que, cuando tenga vacaciones, me escape allí unos días para escribir o componer. Me sienta bien desconectar de la expectativa de la ciudad. Nuevamente fui la única mujer que tocaba.

Sobrevivimos a una performance muy ruidosa en la fábrica de la colonia (2 hombres) y a una posterior fiesta de electrónica (1 hombre) con unos samplers fantasmagóricos y siniestros que se colaron por todos los rincones hasta el amanecer. Lo malo es que a las 9 de la mañana ya estaba conduciendo con los demás en el coche (4 hombres), cegada por el sol y sin apenas haber dormido, de vuelta a Barcelona. No podíamos quedarnos durmiendo porque nos esperaban en el estudio (otro hombre) para grabar un EP de cuatro temas.  Cuando hablo de que era la única mujer en lo musical, es la verdad.

Mientras estaba grabando me emocioné unas cuantas veces pensando en mis cosas. A las diez de la noche, cuando acabamos, nadie podía con su alma. Llegué a casa contenta por todo lo que habíamos vivido durante las últimas 24 horas. Sentirme tan conectada a otras personas haciendo algo que me gusta, y a la vez sentir que esas otras personas también estaban dándome su amor.






lunes, octubre 15, 2018

Un extra de energía



Mi cumpleaños me ha dado un extra de energía y me ha subido el ánimo hasta la cima. Una fiesta llena de amigos a los que quiero, dormir en los brazos de esa chica que empezó a interesarme en mayo, tras nuestro peculiar affair autoeditado, y besarnos largo en la entrada del metro, por la mañana, con el sol en la cara y una resaca monumental. Para acabar, un concierto increíble de Anna Calvi, que toca su telecaster de un modo tan bestial y sensual que nos ha dejado atónitas, no hace falta decir que hemos fantaseado intensamente... Estoy muy contenta de haber visto su evolución en el escenario desde 2011 (aquel concierto en la KGB). Anna Calvi será una de las grandes dentro de uno años, será una PJ Harvey (aunque no creo que se le parezca musicalmente). Y para acabar, cena con el Chico de los 1000 conciertos mientras caía el diluvio universal.

Hoy toca ser muy feliz.

lunes, octubre 08, 2018

Se aburre y se droga



Después de trabajar, he ido a la piscina. Desde hace unos días me aburro al llegar a casa. Pienso, ¿y ahora qué? Y me pongo a tocar la guitarra, y ya se pasa la tarde y es la hora de cenar. Puede que sea el inicio del otoño. El viernes me entró una soledad repentina a las seis de la tarde y no recuerdo qué pasó luego. Creo que acepté mi soledad y anulé una cena. El sábado me pasé el día fuera de casa con unas y con otras, y acabé la noche en el callejón hablando y conociendo gente. A veces, me sorprende ser una persona tan sociable. Seguramente es una cuestión de adaptación al medio, de supervivencia. 

Hoy he salido antes de casa y he visto a la chica de la bici caminando. Ha puesto cara de sorpresa y yo también. No la esperaba. Creo que es bastante alta. Mi teoría es que vive por arc de triomf. Mi teoría es que me he buscado una especie de entretenimiento matutino para no aburrirme.

Espero remontar los ánimos esta semana, pero también debo contar con la posibilidad de que todo continue igual... ya se verá. El domingo es mi cumpleaños y todavía no sé si celebrarlo.

Esta canción de DIIV es mi preferida, sobre todo porque tiene algo oscuro y enigmático. El cantante de DIIv se aburre y se droga. 

miércoles, septiembre 26, 2018

lunes, septiembre 24, 2018

Notas que me encuentro en mi móvil






Algunas notas antiguas que me encuentro en mi móvil, como islas solitarias:


...

somier y colchón
 a las 10

...

complicidad con el niño

chico comiendo mc donalds suelo metro

chica tatuaje brazos i-j

...

después del puente a la derecha

...


No tengo ganas de dormir en mi cama

...

el teu jersei d'hivern
lluna plena
paral.lel

...

búsquedas internet metro

pistola narco de diamantes

esto te hará llorar - señora con anorak

y luego elimina las fotos de su nieto

gente maravillosa que se duerme en el metro


...

Johan Huizinga. Homo Ludens. Antropólogo, sobre los orígenes de los juegos.

La normativizaCIÓN DEL CUERPO

...

La compañera con la que se muda Patti se va avivir con su novio a la Avenida A (East Village) Que en ese momento era una zona muy peligrosa (pag.75) Entonces Patti se va a Clinton Avenue (Brooklyn).

...

diputación, 113

...

no sé si era amor o infancia

...

A treasure is something that everyone wants to reach, however the content it isn't the expected. Maybe it's just a clue.

...

cuando los ciervos se escapan
de los cazadores furtivos del bosque

jueves, septiembre 20, 2018

Retorno a la isla






El color del mar sigue siendo tan asombroso como recordaba, y los caminos de tierra del interior de la isla tan silenciosos como guardaba en mi memoria. Seis años sin volver.

Hace dos días, en el Ferry, me pasé el trayecto de media hora cambiando de lugar, impaciente por sentir, desde todos los puntos del barco posibles, mi regreso.

Me alojo en el hotel que me inspiró el blog Hotel Melancoisla. Está al lado de una pequeña playa y se llega por un camino de tierra que cruza el bosque. Era mi sueño volver sola y dormir en ese lugar por primera vez. Me sirvió de inspiración pero nunca había estado como “huésped”... Me siento muy a gusto en mi habitación. Tiene vistas al mar, un ventilador en la pared y un espejo en el que me miro y me reconozco.

La melancolía no me ha atrapado, solo recuerdos que van y vienen, sin dolor, de aquellos días que ya he dejado de extrañar. El tiempo pasa.

He vuelto con la intención de recuperar este lugar, para darle una vida extra. Me daba miedo, para qué negarlo, aparentar fortaleza nunca ha sido mi fuerte. Pero ya no hay fantasmas de vidas pasadas. Tal vez encuentre alguno, cuando menos me lo espere.

He querido volver sola, sin la muleta de una nueva compañía o similar. Quería vivirlo en primera y única persona. Me apetecía, lo había soñado, lo había deseado: estar aquí y disfrutarlo todo otra vez. Está siendo un reencuentro silencioso, lleno de sensaciones y momentos de reflexión. Este sigue siendo mi lugar especial y me siento conectada a estas coordenadas. Ya he estado en todas las playas que recordaba.

La primera noche cené en Sant Francesc y bebí gratis en la inauguración de una expo de un ilustrador local. Estuve hablando un rato con él y le pregunté por los inviernos largos en la isla. Ayer tarde, en Sant Ferran, me paseé por la Fonda Pepe, lugar mítico de los años 70’s, cuando dicen que la beat generation descubrió Formentera. El lugar sigue atrayendo a lo más sub, pero ya no destilan intelectualidad... La decadencia también es una de sus caras.

Ahora estoy en la playa de Llevant, sola. No hay nadie. Es uno de los milagros que solo he encontrado aquí. Estoy desnuda y acabo de darme el primer baño del día. Aprovecho para escribir en las notas de mi móvil. No tengo cobertura.

Oigo el mar desde mi cama. Es un susurro lejano y salvaje.



He soñado que X estaba herida, pero rechazaba mi ayuda. Era una epidemia zombie. No sabía si la habían mordido y se iba a convertir. Una fábrica abandonada. Empiezo a recordar. A mí me daba todo mucho miedo pero sacaba fuerzas. Mi mente es machacona, la que sueña, todavía más.


jueves, septiembre 13, 2018

¡Que no!





Estoy agotada de trabajar y de ensayar, y deseando que llegue el lunes para irme de vacaciones, lo que sí me temo es que no voy a querer volver. Tengo muchas ganas de estar sola. De no tener que ser nada para nadie.

Tengo ganas de perder de vista Barcelona, perder de vista todo lo que supone Barcelona, descansar y dejar la batalla. 

¡Me rindo! Y qué bien sienta rendirse de vez en cuando. Tirar la toalla, abandonar. Bajarse del carro. No participar. Dar un paso al lado. Asumir que no y mandar a la mierda el sí.

Mañana pensaré distinto, pero me gusta poder gritarlo aunque sea una noche.

lunes, septiembre 10, 2018

Cloro hipnótico



Cuatro horas de ensayo lo han cambiado todo. Hemos sudado muchísimo pero ha valido la pena. Hemos vuelto a conectar y a vibrar mientras tocábamos. La música me da placer. Me renueva, me desintoxica. Ya nos salen decentes los dos temas nuevos y vamos a añadirlos. Emocionante, sobre todo porque con los nervios no sé si me acordaré... Me meto en estos fregaos por gusto.

La fiesta de G me subió el ánimo, es uno de mis eventos anuales preferidos. Sirve de punto de partida, algo así como un año nuevo. Por suerte, ahora se me pasan los dramas enseguida, no se alargan. Se van desvaneciendo.

Para despejar un poco la cabeza y lidiar con la resaca, he pasado bastante rato bajo el agua.  "El gusto del cloro", de Bastien Vives. Recuerdo ese cómic mientras nado. Tengo una serie de pensamientos fijos que actúan como marcadores de página. Como cuando subo por el puente de Bogatell y recuerdo la temporada en la que se cruzaban dos trenes, era algo que sucedía sí o sí, de forma matemática. Aunque he descubierto que no es verdad, que no siempre ocurre. Lástima. Era poético, misterioso.

Ayer pusimos este tema de DIIV. A mí me parece que habla de infiernos personales. Bueno, cada persona puede darle su propia interpretación. Es hipnótico.




jueves, septiembre 06, 2018

Ya soy autosuficiente







Me ha despertado la tormenta.
Los rayos iluminaban la habitación.
Me he levantado y he mirado afuera.
El suelo de la terraza estaba lleno de agua.
Sólo había una lámpara encendida en los edificios de enfrente.

He estado una hora mirando tonterías.
Hace ya tiempo que entro a las 8 a trabajar.
He dormido poco.
¿Habrá algún fantasma en casa?

En el carril bici de Ciutadella
hay dos containers de basura.
¿Qué hacen ahí?
La Avenida Lluís Companys está llena de ramas de palmera
o de lo que sea.
Los Mossos de la puerta del Tribunal de Justicia Superior
están enviando mensajes por whatssap.
En la ronda Sant Pere hay un árbol caído.

Hoy estoy asqueada de todo.






sábado, septiembre 01, 2018

Una entrada en la que el número 2 sale muchas veces



Está nublado y la luz es blanca. El jueves fui a un concierto brutal de Holy Wave, uno de esos grupos que solo giran por Estados Unidos, pero por fin han venido a Barcelona, y a una sala pequeña, la Upload, con una estética muy Lynch tanto por la luz como por las baldosas del suelo negras y blancas, y con poco público pero entregado. El lugar perfecto, la noche ideal.

Creo que ligué con un chico que me preguntó cómo me llamaba, me pareció una pregunta bonita y sencilla para iniciar una conversación sobre música y sobre algunos detalles de nuestra vidas (estudias, trabajas, donde vives, vienes mucho por aquí, los clásicos). A la mañana siguiente tenía un mensaje en Instagram preguntándome si iba a volver a algún otro concierto. No le he contestado pero creo que hoy le escribiré algo amable; tengo problemas con la pantalla táctil de mi móvil y me impide poder contestar mensajes con soltura. El dj de la sala pinchaba con vinilos pequeños música de los 60's y 70's. Pensé que probablemente a X le podría haber gustado. Todavía pienso en X en momentos así. Ayer noche pasé por un bar en el que estuvimos una vez tomando algo, una de las primeras veces, y también me acordé de ella. Dentro de muy poco hará dos años del último día que estuvimos durmiendo en mi casa. Yo sigo manteniendo en mi cabeza mi calendario de aniversarios de momentos. 

Hace dos días reapareció de forma sutil, y nada significativa, mi crush del día que debutó mi grupo en directo. Volví a pensar que me gustaba muchísimo y que eso sí era un flechazo en toda regla. También pasé un rato con mi crush de la calle, y aunque ya hace meses que hablamos y que nos conocemos (una fiesta, un par o tres de conciertos, una comida, ratos sueltos) me temo que no debe sentir lo mismo que yo, a menos que sea una persona muy lenta. Pero lo dudo. De todos modos, ambas atracciones ratifican que no me van los sucedáneos y que si no se trata de un tipo de química así, prefiero dormir sola, en medio de mi cama, tan a gusto.

Ha empezado a llover.

Mi estabilidad emocional sigue en perfecto estado y soy muy feliz por ello. Tal vez debería dejar de auto-chequearme, pero es inevitable. Supongo que es como si me hubiese roto una pierna y volviera a tener el hueso soldado, y todo el tiempo comprobase que ya no me duele.

Fue el cumpleaños de la perri y lo celebré llevándola en bici mucho rato, hasta Montjuïc, porque le encanta ponerse de cara al viento en la mochila. Ya pesa dos kilos, tantos como años tiene. 

Mi grupo tiene dos conciertos en septiembre.  Tocamos, me voy de vacaciones, vuelvo, y tocamos de nuevo. Ese es mi plan para el mes.

viernes, agosto 17, 2018

Rodillas llenas de tierra y restos de hierba






Si has crecido en Barcelona sabes que siempre llueve para las fiestas de gracia. Y en los periódicos publican titulares como "La lluvia no logra arruinar la decoración de la Calle Verdi". Si has veraneado en la costa sabes que en mitad de agosto siempre hay una tormenta con rayos y truenos. Y al día siguiente está nublado, ha refrescado y tu madre te dice "ponte chaqueta para salir a tomar un helado con tus amigas". Ambos son, para mí, recuerdos de la infancia.

Y hoy, hoy ha llovido. Hoy ha sido el día en el que llueve en las fiestas de gracia a mediodía. He visto en instagram a algunos vecinos tapando el atrezzo de las calles con bolsas de basura.

Yo no estoy de vacaciones y la tormenta me ha pillado en la oficina. He salido a las tres y había quedado para comer con mi amigo Emilio. La ronda Sant Antoni parecía un río desbordado. La silueta del Mercado se veía a lo lejos, borrosa, y se me han mojado las adidas en Valldonzella. ¿Será este, dentro de unos años, un recuerdo de mi vida adulta? Podría empezar diciendo "en agosto, cuando trabajaba, siempre había un día de tormenta, en el que los rayos iluminaban el patio interior y le dábamos a Guardar Proyecto tres veces seguidas por si se iba la luz". Menos bucólico, sin duda, que el de la infancia.

grupo de whatssap

Cómo quedamos?

está lloviendo!

Da igual

Pues yo creo que me quedo en casa. Si tocara mi grupo, sí iría...

(emoticono berenjena)

(emoticono del grito)


Decido no salir porque no me apetece. Mañana sí. Ese espíritu de aventura. ¿Y si hoy era el día en el que me iba a enamorar de forma enigmática y correspondida después de tanto tiempo? Aunque, probablemente, eso no es lo que iba a ocurrir. Lo que una piensa que puede ocurrir y lo que pasa finalmente está siempre a años luz. Por lo menos, en mi caso. La vida se adorna sola y hay veces en las que es mejor tapar el atrezzo con una bolsa de basura hasta que pase la tormenta...

Emilio estaba empapado cuando nos hemos abrazado. Hacía tres años que no nos veíamos. Ya se sabe, pierdes el contacto, pasa el tiempo y no vuelves a saber nada hasta que a alguno de los dos se le ocurre comunicarse. Se ha comprado una casa. Yo logré en septiembre renovar mi alquiler pagando 100 euros más cada mes. "Tengo suerte, solo es casi la mitad de mi sueldo, podría ser peor y ser tres cuartas partes..." digo mientras me acabo una cerveza. Pido otra. Me suena un match en Tinder.

No hablamos sobre dónde estábamos hace un año cuando hubo el atentado en Las Ramblas. Yo, al lado, acababa de salir de trabajo.

Miro mi match en Tinder. En dos fotos no me gusta. En las otras dos, sí. Le digo hola, por si acaso.

Miro hacia la ventana y la tormenta sigue, pienso en mi bici, aparcada en Universitat y cayéndole el chaparrón. Pienso en mi perra, que está sola en casa.

Me despido de Emilio. Ha dejado de llover. Antes de irse me dice: no pienses en el pasado, todavía eres joven y no te has dado cuenta de que esto se acaba en cuatro días.

Siento presión por dejar atrás el pasado y por los dos días y medio que ya debo haber consumido. 

Aferrarme al presente. Como hice ayer, mientras me metía mano con B, tumbada encima de ella en el césped de la pinada de la playa, y me frotaba con sus llaves o con su cinturón, no sé muy bien pero estaba duro y era efectivo, y le acariciaba su cabeza rapada. Lástima del hombre que paseaba a un galgo y tuve que cambiar de postura. Yo tenía las rodillas llenas de tierra y restos de hierba, además de una gran sonrisa en la cara.



jueves, agosto 16, 2018

¿Cómo acabará el día?



Hoy me he despertado a las 5 de la mañana y ya no he podido dormir. Se preguntará el lector o lectora, ¿por qué?

Porque quería cerrar el pasado. Sí, como si de madrugada se abriera la posibilidad de acceder a la puerta que te lleva hasta a él, y entonces poder sellarla de una vez por todas, para que no interrumpa más. Pero no es así, no funciona así. Yo sé que a veces llevo un soplete y soy capaz de reabrir cualquier puerta, por muy atrancada que esté. ¿Cuál es la solución entonces? Llevo tiempo tratando de averigüarlo. Y en estos últimos años, evidentemente, se ha ido acumulando más pasado. Así que tengo un par o tres de puertas fantasmagóricas que abro y cierro con soltura, pero acarrea consecuencias.

Le he enviado un mensaje a B. Me parecía raro cortar así la comunicación, de forma tan drástica. No sabía si se iba a enfadar... pero no, me ha dicho que ella había estado a punto, también, muchas veces. Resulta que ahora trabaja al lado de mi casa. Me suena. Y hemos quedado para tomar algo cuando salga. No quiero perder nuevamente a otra persona preferida. ¿Estoy proyectando? ¿Podemos ser algo? ¿Amigas? ¿Amigas modernas? ¿Y si entro en el bucle del enganche? Pero... ¿Y si esta es mi oportunidad de hacerlo bien? ¿Estaré mareando la perdiz sin darme cuenta?

¿Estoy preparada para tener una relación? Porque igual yo creo que sí y resulta que es que no. A las pruebas me remito. Que no es que no quiera con B, que es que no estoy preparada para ninguna letra del abecedario hasta que (y aquí viene el final que lo ata todo) hasta que cierre la puerta del pasado.

Qué boluda soy, a veces...

miércoles, agosto 15, 2018

Sanas y salvas



He superado mi primer revés. La verdad es que todo es distinto, ahora, incluso la tristeza. Dura lo que dura. 

La parte intensa dura 10 minutos de llanto, dura un cigarrillo, da para una cerveza... luego quedas con alguien, te tomas un café, u otra cerveza, comentas con los amigos y se te pasa. Y acaba el día y dices... sigo siendo yo. 

Un revés con depresión era un auténtico mazazo. Hacía que me cuestionara toda mi vida y mis capacidades. Ya no recordaba cómo era ver la verdadera magnitud de un asunto. No lo recordaba. Es fuerte... es impactante.

Hoy he ultimado detalles para mi semana de vacaciones en la isla, en septiembre. Volver a uno de mis lugares preferidos... volver sola y disfrutar de mí, de la persona a la que vi desmoronarse y volver a moronarse. Voy  a celebrar que estamos sanas y salvas. No sé por qué hablo en plural. 

domingo, agosto 12, 2018

Bajé las escaleras y de dos en dos



Ayer le di la bienvenida a la melancolía estival de madrugada, mientras bajaba por la calle Girona en bici, el aire fresco, los semáforos en verde y la menstruación estallando por dentro en rojo. Sangre.

Por un lado, creo que el reciente final de intento frustrado de "relación" me afectó un poco, aunque fuera decisión mía no continuar. Y por otro, tener citas de tinder de esas en las que ves/sientes/intuyes/percibes que no vais a ninguna parte... tampoco es que sea un planazo. Siempre me acuerdo de la pava esta que dice "eres mayor cuando te das cuenta de que el queso es caro y de que todo el mundo se droga". Acertaba más antes, años atrás, cuando la gente no se ponía foto de cara en las apps y hablaba con ellas porque me gustaba el fotograma, canción, libro, o lo que fuera que hubiese escogido tal persona como tarjeta de presentación. Acertaba más entonces cuando no tenía en cuenta la cara, pero sí sus gustos y posibles afinidades.

Llegué a casa, me senté en la terraza a ver si veía alguna estrella fugada (solo vi aviones) y empecé a rememorar amores de antes, mi recuerdo ideal de aquellas personas por las que sí sentí algo especial. Y las mezclé a todas. Un rato esta, un rato la otra y me hice preguntas, una especie de cuestionario:  ¿con quién me quedaría ahora? ¿con cuál de ellas dormiría esta noche? ¿con cuál me iría de vacaciones en septiembre? ¿con quién me besaría apasionadamente en el local tras un ensayo? ¿con cuál de ellas me iría mañana a la playa? ¿con cuál me haría un tatuaje? Etcétera. Seguro que a mi terapeuta le encantará saber que me hago estas pajas.

Que no, que ha sido un momentito solo de bajada y aquí no pasa nada. Naranaraaa naraaa naraaaa...

sábado, agosto 11, 2018

Antes de conocerme



Estoy disfrutando de la vida luminosa. Respiro y siento los árboles, el cielo, el sol, el aire en la bicicleta. Los amigos, la música, la familia. ¿Es amor por dentro? ¿Es amor por fuera? ¿Es química cerebral? Me da igual.

Hoy he tenido una cita. Nos hemos besado. Pero no es lo que busco. No nos volveremos a ver. No pasa nada. Tinder es una barra de bar, te besas y no te gustas y te vas y ponen otra canción. Dejé aquello con B. Tampoco era lo que busco. Es complicado. Sin embargo, no encontrar no me preocupa, ahora sí estoy bien sola. Ahora sí. Ahora todo es como una piscina bajo el sol a primera hora de la mañana. Pero... quiero volver a enamorarme. Ya lo he dicho. Qué nervios. ¿Cuándo volverá?


martes, julio 31, 2018

Revolcarse y extinguirse




Me muevo constantemente para cambiar de postura; a veces estoy un rato de pie con las manos en el teclado, es como estar tocando un sintetizador. Es lo que peor llevo de trabajar con un ordenador.  Ojalá la humanidad se extinga dentro de 100 años. 

Me he aficionado a cerrar los ojos y a sentir que estoy bien. Quiero ser muy consciente de este periodo de estabilidad y calma. Quiero rebozarme de felicidad.

Voy a transformar mi "thing" con B. Voy a proponerle que dejemos de revolcarnos y que seamos  amigas. Me parece un planazo.










jueves, julio 26, 2018

Un agosto más a punto de empezar




Las obras veraniegas. Las excavadoras, las taladradoras, las apisonadoras. Las vallas amarillas, los petos amarillos, las señalas provisionales. Eso es el verano en la ciudad. Más o menos. Una parte.

Ya echo de menos mis vacaciones, y solo hace semana y media que he vuelto al trabajo. Recuerdo las tonalidades infinitas de verdes en el bosque.

También he vuelto a la piscina después de... un año y medio, tal vez. Nadar es maravilloso y sólo se me ocurre que también existe la fascinación, después de nadar, como segunda cosa maravillosa. Fascinarse por algo y/o por alguien. 

Tengo restos de amores pasados a mi alrededor, como confeti plateado. Y me lo imagino flotando, o como una estela, o como algo que se desprende de mi pelo. Aquella tarde, aquel gesto, aquella palabra, aquel olor, aquella voz, aquella luz, aquella discusión tonta, aquel café, aquella conversación. A lo Jean Marc Vallée. Lo que  me gusta de Sharp Objects es que suene Led Zeppelin en cada capítulo, porque eran algunas de mis canciones preferidas cuando era adolescente y las solía tocar con la guitarra. 

Ya he hecho bastantes cosas extras con B. Cosas como tener conversaciones largas,  ir en coche, tocar la batería, cocinar o hablar por teléfono. Pero extraño eso que se siente en el pecho, bajo el esternón y en la nuca. Sube por la nuca. Y que recuerdo era fascinante.




martes, julio 17, 2018

He estado tanto tiempo esperando



Ayer, en el concierto de Future Islands, me encantó el nervio de Samuel T. en el escenario. Lo que me gusta de él es que parece un tío normal, ni feo, ni guapo, ni moderno, ni delgado, pero canta y se transforma en algo inigualable. Me encantó escuchar Seasons en directo, y desgañitarme cantando I've been waiting on you... y sí, he estado esperando. Disfruté con todas las del disco del año pasado, que está lleno de melodías cristalinas y desgarradas. Me lo pasé muy bien viendo todo el espectáculo de cerca, el sudor, las luces en la cara, el calor, la vibración de las tablas del escenario... Cosas que no se viven en un festival cuando ves a un grupo por una pantalla gigante. 

Descubrí a Hurray for the Riff Raff, la telonera, que tiene un tema muy bueno, Hungry Ghost, aunque me gustó mucho más en directo. A ratos, me recordaba un poco a Manhattan de Cat Power.



Después de tanto tiempo contando mi particular tristeza, tengo pendiente hablar de mi estado actual, que es todo lo contrario. Es una sensación de calma, es algo así como verlo todo, de nuevo, iluminado. Ayer se lo dije por primera vez a un amigo. Le dije "empiezo a sentir que he dejado la depresión atrás". Después de cuatro años, sé muy bien lo que es y no es. Me prometí que cuando estuviera bien, hablaría sobre ello, para servirle de ayuda a alguien, pero lo cierto es que no sé por dónde empezar, y no acabaré hoy. Puedo dar un breve apunte. 

Recuerdo que en 2013 me diagnosticaron la primera... (no me lo creí, de hecho, me costó varios años saber lo que era y aceptar lo que ocurría). Y aunque en muchos momentos sentí que jamás dejaría atrás ese estado espeso, esa arena movediza, ese laberinto doloroso que interfería en mi vida, ahora sí siento, con seguridad, que estoy en otro lugar. Podría decirse que he encontrado el camino a casa y vuelvo a ser aquella persona a la que tanto eché de menos, ese alguien irremplazable que era yo misma. No ha sido fácil y no ha habido ningún acontecimiento extraordinario que haya hecho que cambiara todo de golpe. Yo esperaba eso, pero no ocurre así. Es una acumulación de pasos, y tampoco sé cuáles son. No ha sido un milagro. No ha sido de la noche a la mañana. No ha sido por nadie, ni por nada. Está siendo, cada día.

(Por favor, si estás en ello, no desistas. No comprendes nada, no te reconoces, pero sigues ahí. Siempre había querido decirle esto a alguien, o que alguien me lo dijera a mí).

viernes, julio 13, 2018

Hija única



Mientras estaba en la playa, mi amiga amante me ha llamado para vernos. Le he dicho que sí, que podíamos comer y pasar la tarde juntas. Hemos acabado en la playa dándonos un buen baño para despejar la morriña de después de la siesta.


Por la noche, he tenido una conversación interesante, acompañada de unas cervezas, con mis amigas hijas únicas. Hemos hablado de cómo ha sido, para cada una, la experiencia de la infancia a solas. Nos hemos dado cuenta de que le damos mucha importancia a los enfados con los demás, nos duele y nos hace sentir tristes. La conclusión es que tal vez sea porque ninguna ha crecido con el típico hermano o hermana con el que discutir y seguir como si tal cosa. Si nos enfadábamos, era con los adultos, y las consecuencias eran graves. Es lógico que le demos tanta importancia.

Nos hemos reído mucho de nuestra condición de hijas únicas, y de nuestros rasgos comunes.


martes, julio 10, 2018

Viva la zona de confort



Dentro de la felicidad veraniega, también entra la melancolía veraniega. A ratitos. Es un Pack Completo. 

Mi amiga amante me ha propuesto venir a cenar y a dormir pero compite contra mi rutina a solas, labrada con esfuerzo durante decenas de meses... así que le he dicho que mejor otro día. Me apetece pero ya me había hecho a la idea de estar sola, hoy. No sé si me explico. Me pilla con el paso cambiado esto de que alguien quiera venir a dormir conmigo. Bueno, y tengo la regla y estoy a medio gas y no sé cuántas cosas más. ¿Me estaré justificando? ¿me da miedo abandonar mi zona de confort? Al que se inventó la expresión abandonar la zona de confort habría que decirle que se está muy a gusto. Que si él no lo está, pues que se lo trabaje.



Continuará





este verano, me siento feliz. El sol colándose entre las persianas, las mañanas húmedas, las brisa que sube de la playa por las calles del barrio, las lecturas a la sombra, el pelo mojado, las marcas del bañador, el cloro y el azul piscina, las noches y las sábanas blancas. Hacía tiempo que no me sentaba tan bien el verano. Esta sensación de serenidad, dulce, cálida

domingo, julio 08, 2018

Pizza Margarita



Ahir no podia dormir després del concert. Crec que tocar m'excita massa, deu posar en funcionament un munt de neurotransmissors. Quan m'he adormit, he hagut de prémer molt les mandíbules perquè aquest matí tenia mal de cap i em notava tensa la boca. Va ser un concert guai, vam sonar bé. Encara no hem sonat malament cap vegada. A nosaltres també ens és estrany.

La vida és plena de regals com aquest d'ahir. Al cap de tant anys, tornar a una ciutat on vaig viure amb 19 anys i tocar a 100 metres de la meva porteria. Tornar per fer el que més m'agrada, o una de les coses que més m'agraden. En realitat, el que més m'agrada és enamorar-me, però no ho puc triar a consciència ni fer-ho quan vull, per tant, no compta.

M'he llevat tard i amb mal de cap. Ja ho he dit. I m'he menjat una pizza margarita tan bona que li he dit a una amiga per whatssap. En plan... "la millor pizza de la meva vida i es només Margarita!!". Aleshores, he recordat que una dia hi vam anar tu i jo, i ens vàrem cascar una per cada una, a la nit. Aquell dia plovia molt, feia una tempesta d'aquelles d'estiu i vas dir que t'agradaven molt. Les tempestes d'estiu. Jo em fixava molt en tot el que deies perquè estava molt penjada de tu (però ho dissimulava prou, crec). I en baixar les escales, aquell dia, es va apagar el llum, i vas aprofitar per tocar-me el cul i besar-me al replà i fotre'm mà. I jo et vaig preguntar, mentre em besaves, "què vols, pizza o hamburguesa?" i em vas contestar "no tallis el rotllo ara..." mentre em tocaves. I recordo que els llamps il·luminaven el minúscul pati interior de l'escala. Després, vàrem anar a la pizzeria pel meu carrer preferit i t'ho vaig dir. Aquest és el meu carrer preferit. I va passar un gat. I vam anar una mica agafades sota el paraigües. I tu duies bambes i vas dir que se t'estaven mullant molt. Ostres, m'encanta recordar aquests detalls tan insignificants després de dos anys. Sóc una genia de la memòria.

No sé si trucar a la meva amant o tocar la guitarra. Crec que avui necessito reflexionar un mica sobre la vida.

miércoles, julio 04, 2018

Las distancias

Observo las montañas que se alzan frente a la casa, el manto de árboles que las visten y pienso en lo cerca que parecen estar. Y en lo lejos, en cambio, que está todo lo demás,  el trabajo, el día a día, las calles sucias, el aire húmedo y caliente de Barcelona...

He encontrado un libro en uno de los cajones de la casa, un libro olvidado por alguien que pasaría aquí algunos días de vacaciones como yo, supongo. Es un libro de relatos excelente, de Cristina Fernandez Cubas. Un libro que leo  mientras no estoy nadando o montando en bici. Ayer leí paseando bajo los árboles durante la puesta de sol y no deseé estar en ningún otro lugar.

La piscina, la piscina también está siendo importante. Creo que es aquella piscina que buscaba hace tres veranos. Ha aparecido. Los caminos, también. Los caminos que pasan por el bosque y los riachuelos y los campos.

Te escribí una carta de despedida hace una semana y pico. La carta no era demasiado emotiva, cuatro líneas... quería finiquitar el ejercicio terapéutico sin mostrar demasiado apego. Era una despedida, no una recreación melodramática. Entregué mi ejercicio y me pusieron otro.











jueves, junio 28, 2018

Tantas opciones, me abruman

Perri y yo abandonamos la ciudad unos días. Nos vamos a la Naturaleza.

Hoy he leído que la gente ya ni lee ni escribe, que solo ve o hace vídeos, y/o fotos. Y que dentro de unos años, tampoco soportaremos el formato vídeo. Y que luego recuperaremos la escritura como los cassettes.

Tras esta Apocalipsis anunciada, tan solo quedará un blog añejo: este. Y cuando nos ataquen los simios o nos colonicen los extraterrestres, únicamente tendrán esta referencia escrita en digital y pensarán que todos los seres humanos eran como yo. De ahí que todo esto siga su curso. Es una cuestión histórica.










lunes, junio 25, 2018

Novetats


L'estiu ha arribat en tots els sentits. Tornar al sexe després de vint mesos d'asexualitat m'ha deixat fora de joc i esgotada. Sobretot perquè no m'ho esperava i no ho tenia planejat. I han estat 4 dies sencers amb una persona que fa 4 dies no coneixia de res. I no són 4 dies figurats, sinó literals. De dijous a diumenge. Ara tinc por que m'esclati una bomba a les mans. Quan el sexe entra en joc, tot sembla que s'hagi de complicar. Són preguntes que em venen al cap i penso... hòstia, però si fa 4 dies estava la mar de còmoda en la meva zona de confort de dol etern, fent les meves cançonetes, escrivint sobre els records... i ara apareix una persona encantadora que s'ha deixat unes calces. Val, d'acord,  que ningú em malinterpreti, no em queixo, és només que... no sé com m'he de sentir. Li estic donant massa voltes a uns quants polvos? M'he tornat gilipolles en vint mesos? No sé ni quina cançó posar.

miércoles, junio 20, 2018

Ja he tornat a casa





He descobert aquest grup de fa 20 anys perquè ahir van tocar. Crec que són mítics.

Fa tres dies que la vida em sembla senzilla i maca.

Vaig tornar allà, després de sis anys crec, i el primer que vaig sentir va ser desconcert, no recordava els noms dels carrers ni el camí ni la forma de la ciutat, i tot em semblava petit. No va caldre cap gram de nostàlgia. Només curiositat per tornar a estar allà, a unes coordenades on sé que vaig ser feliç. De vegades, creiem que hi ha monstres on no hi són. Això em passava de petita, sobretot al passadís que anava a la cuina, per això el creuava corrents amb patinet o amb bici...

El concert no va ser un desconcert. Hi havia una llum blava molt maca, a l'escenari, que m'il·luminava i feia destacar la meva guitarra. Vaig estar una mica nerviosa fins a la quarta cançó. Llavors vaig fer el "clic" i m'ho vaig començar a passar bé. La primera, fins ara, sempre és la que em dóna seguretat. La segona és la de, vinga... provem... La tercera és la de "ei, això que fem no està malament", i la quarta és la de "fora nervis". Les altres cinc són per gaudir-les, sobretot l'última, que sempre li agrada a tothom, la lletra és molt repetitiva i vaig sentir algunes veus cantant-la... em va agradar la sensació.

Allò de dissabte em va donar poder, força. Vaig deixar enrere els fantasmes. El llibre està tancat. Va ser un llibre preciós en el passat. El llibre d'ara és només meu. Ja he tornat a casa.



sábado, junio 16, 2018

Intolerable



Crec que Beach House ha tret un bon disc, però no els puc escoltar gaire, em fan sentir que encara trobo a faltar els bons moments amb tu i, després de 20 mesos, em sembla excessiu. Intolerable. Fins i tot, vergonyós.

Ahir vaig vendre la bici que tant em recordava a tu. Ha estat un procés llarg. En un principi, em negava a deixar-la. La vaig continuar portant durant molt de temps després de tu, un any, segur. Un dia vaig decidir que havia de fer l'esforç de desprendre-me'n... Potser no podia estar amb altres noies, però sí amb altres bicis.

Vaig buscar una que m'agradés molt i complís tots els requisits... Que fos maca, lleugera, amb canvis, una mica retro, i de la meva mida. Em vaig il·lusionar per una nova bici i la veritat és que la porto molt a gust. Ja l'he fet meva. La que em recordava a tu la vaig deixar a casa durant un temps. Sense saber massa què fer amb ella... La tenia al menjador.

Quan la vaig posar en venda, ningú s'interessava. Vaig pensar que podia ser per dues raons: 1) estava sent un hivern plujós 2) inconscientment, la bici desprenia una aura de nostàlgia que tirava enrere. Més o menys com jo. 

La van venir a veure algunes persones (més o menys com a mi, les meves cites de cap de setmana amb ties que no m'interessaven...) però no va quallar cap venda (més o menys, com em passava a mi amb les ties que no m'interessaven...) i la bici tornava al menjador (i jo...). Vaig demanar-li als veïns si se la podien quedar ells, al local, però no haver-la de pujar i baixar cada cop que algú volia venir a provar-la (més o menys com em passava a mi...). Aquesta setmana, quan ja me n'havia oblidat que tenia una bici en venda, vaig rebre un missatge al Wallapop d'una noia molt interessada. Va venir ahir. Era una tia guapa, simpàtica, probablement lesbiana, se'm va encendre el radar. Media 1'70. Era perfecte per la bici. Es va pujar i va fer una volta. Li quedava de putamare. Jo ja vaig veure que li brillaven els ulls i que l'anava a comprar. Va treure 150 € de la cartera i me'ls va donar. I va marxar, amb la meva bici, aquella que em recordava a tu, contentíssima. No em vaig posar trista ni res, perquè el dol ja estava fet. Senzillament, vaig veure com s'allunyava pel carril bici de Pujades i li vaig desitjar una feliç nova vida a la bici.


Vaig canviar de camí per no veure't. No perquè em caiguis malament, senzillament em feia mal que de vegades no em saludessis, em semblava incòmode trobar a faltar a algú que, en el present, de vegades no em deia ni adéu. Però també pensava que si aquesta era la teva opció, l'havia d'acceptar, i vaig começar a fer-ho jo també, a contracor, per mirar d'adaptar-me. Em semblava, novament, intolerable per mi. Encara em feia mal. Després d'una baralla interna prou heavy, i també baralla amb la terapeuta, que em deia que havia d'enfrontar veure't i que no em saludessis, enfrontar la nova realitat, vaig decidir canviar de camí. Vaig decidir que la nova realitat seria un altre camí. He de confessar que em sembla més llarg, però ja m'hi he acostumat. Passo pel Parc de l'Estació del Nord i sento els ocellets celebrant el matí. Je, je.

Avui tinc concert amb el grup. Canto aquelles cançons que et vaig fer i que no sé si has escoltat, jo no te les he enviat. Les últimes ja no estan dedicades a tu. Són d'altres coses. Però no descarto tornar a escriure't alguna altra cançó. Tot i que, novament, em semblaria intolerable. Si fes tres mesos, no. Però fent 20 mesos, sí.

L'altre dia, una amiga em va preguntar què m'agradava tant de tu, i no vaig saber respondre. Aleshores, vaig recordar que tenia aquella llista de coses que m'agradaven de tu. Anava afegint ítems. Per sort, aquesta llista la vaig amagar tant, per no llegir-la, que no recordo on la vaig ficar. Només recordo que deia allò de... m'agrada que portis les claus lligades al pantaló amb un mosquetó.


lunes, junio 11, 2018

Las echo de menos a todas




Hoy es día 11 y hace tres meses dije que volvería a escribir el 11 de junio, pero la verdad es que seguí escribiendo. Aun así, celebro que he vuelto al blog del que no me fui.

El sábado estuve de bajón porque echaba de menos a todas las chicas de las que me he enamorado y he tenido algún tipo de relación (alguna más larga, otras más cortas). A todas y cada una. Soy polinostálgica. De cada una echaba de menos algo distinto. Creo que los sábados me producen ansiedad. Esa ansiedad de tener que ser feliz porque es fin de semana y todo el mundo espera que lo estés. Yo suelo acordarme los sábados de los sábados del pasado. R se va a reír mucho cuando le cuente esto. Soy negada para vivir en el aquí y ahora. Yo en el aquí y ahora me acuerdo del ayer.

El fin de semana que viene tocamos en un lugar en el que viví con alguien que fue muy importante en mi vida (ya estoy otra vez con la matraca del pasado). Por supuesto, estuvo presente en mis pensamientos polinostálgicos de ayer. Desde entonces, no he vuelto y no sé qué va a suponer volver a pisar un asfalto en el que sentí un amor así, tan correspondido. Después de montar y de las pruebas de sonido, me iré a dar una vuelta. Espero no tener un ataque severo de melancolía antes de tocar. Necesitaré mucha dopamina. La vida, cuántas vueltas. 








viernes, junio 08, 2018

London Calling (The Clash)






Me fui a dormir tarareando London Calling. Me he despertado canturreando London Calling. Y me he puesto a escuchar London Calling en cuanto he podido. Le tengo cariño a ese disco porque me lo compré cuando tenía 15 años (la primera vez que fui a Londres, un viaje de esos de fin de curso) y me pareció que era el lugar ideal para un vinilo de segunda mano de una banda mítica como The Clash. Era por la mañana y hacía sol, y en aquel momento y con aquella edad, estar allí era como entrar dentro de una película. Supongo que tenía muchos sueños y esperanzas por todo lo que estaba por venir... Son inolvidables los momentos grabados detrás de cada disco que te compras, o detrás de cada canción que adoptas como compañera de vida.

Llevo la camiseta  que me compré en el gutter. Está pintada a mano y es blanca, azul eléctrico y negra. Escribo estas letras  para el futuro, para saber que tuve una camiseta preferida, pintada a mano, con una enorme cara, con dos lágrimas azules rodeando los ojos, como el maquillaje de los Kiss.

No está siendo una mala semana, tampoco para tirar cohetes. Gastar semanas de vida. Gastar vacaciones. Gastar tiempo. Gastar verbenas de san juan. Gastar amor. Gastar conciertos. Es espeluznante vivir y lo es morir. Gastar aquella noche en aquella plaza en la que pensé que parecías un chico adolescente.


miércoles, junio 06, 2018

Mis ex siempre encuentran novia antes que yo




Mis ex siempre encuentran novia antes que yo. Son más guapas, más altas, más listas y mejores personas. Está claro.

Me encanta cómo suena  Tijuana Panthers. "Creature" es un tema buenísimo. Me gustaría verlos en directo en la  Begood. O por ahí, por su tierra. Pero sin tener que preocuparme por el dinero que me estoy gastando en el viaje. De hecho, sin tener que planearlo, siquiera.

He hablado con una alumna chilena  por teléfono y me he acordado de J, por su acento. Y me he desbocado. No puedo evitar sentir pena por el pasado feliz. Lo llevo mal. Pero lo he llevado peor. Cada día soy más despegada, incluso conmigo misma. Incluso, con los demás. Incluso, con el mundo. Venga, quién se lo cree.

¿Cuándo llegaré a casa? 


Un apunte para aquellas personas  que pasan de los temas sentimentales y melodramáticos:

Ver a hombres tocando de más de 50 años es bastante habitual. En circuitos locales es muy muy muy habitual. En cambio, ver a mujeres que se acerquen a los 50 en un escenario es rarísimo. De hecho, que pasen de los 40 ya lo es.

A The Breeders tampoco las dejarían tocar en el Lady Fest porque no son 100% mujeres toda la banda. A PJ Harvey tampoco. Ni a Anna Calvi. Ni a Patti Smith. (Paradoja...)


Descanso



¿Cuándo llegaré a casa?

domingo, junio 03, 2018

Todo bien


Estaba pensando en aquel libro que leí, en el que no pasaba nada, y era bellísimo. Ahora estoy despertándome en mi habitación, con la ventana entornada, la claridad afuera. Te he dicho m’agrades molt. Para amortiguarlo he añadido algo que lo ha estropeado un poco. Y ha sonado a que lo decía sin sentirlo y aleatoriamente. A veces levanto a mi alrededor una muralla romana.

Después del concierto de esta semana me sentí eufórica. Una especie de felicidad repentina y que se extendía hacia los demás. Contener los nervios mientras toco y canto y al mismo tiempo la euforia hace que después mis neurotransmisores sean eléctricos. De ahí el subidón que siento luego, que es felicidad intensa.

lunes, mayo 21, 2018

La suerte me sonríe






Actualización de mi vida sexual

La semana pasada casi follo dos veces.
Finalmente, se quedó en cero veces.
La primera, me rajé yo.
La segunda, se rajó ella.
La primera 
yo estaba cansada de trabajar
y pensé, qué esfuerzo, 
pudiendo estar sola
cerveza en la terraza 
Holy Wave en el altavoz,
atardecer.
La segunda vez se rajó ella
y suspiré, en secreto, aliviada.



Qué tal el fin de semana

Noche de confesiones con G
sobre aquello que hacemos y no deberíamos hacer
fotos en un fotomatón
y revelaciones en una fiesta con muchas caras a contraluz,
con rastas, punks e indefinidos
y pakis vendiendo cerveza.
No nos quedó claro de qué iba aquello
ni cómo tanta gente se había juntado allí
detrás del cementerio.

Me enamoré fugazmente de una 
que bailaba cerca
no le vi la cara, solo la silueta
y luego se esfumó y yo tenía pis
y se me fue de la cabeza el amor
mientras el suelo era un manto
de latas de cerveza aplastadas.

Al día siguiente nadé en la playa
estaba el agua helada
pero me sentí orgullosa de mi hazaña.



Las vecinas han vuelto

Hoy me he despertado
y he pensado, es un nuevo día.
Sorpresa.
Las vecinas han vuelto
y el drama de que se habían ido
ha quedado atrás.
Han vuelto a tender la ropa
a cenar en la terraza
y a hablar de sus cosas
en su idioma incomprensible
que todavía no sé si es alemán.

La luz, la temperatura y el mes
me han recordado a X
y he pensado en qué haríamos hoy
si ahora fuera entonces
¿Iríamos con las bicis a algún sitio?
¿Jugaríamos a ping pong?
¿picnic?
Qué día más bonito hace para estar con X.


Un pueblo y una batería

Fui a un pueblo en el que no había estado nunca
y cargué una batería en mi coche.
El bombo y el timbal en los asientos de atrás
el resto en el maletero.
Luego comimos los tres en la plaza
y la brisa era agradable
y yo aparqué super bien.
Vamos a tocar en dos ciudades
en las que he vivido
y no son Barcelona.
Pistas.

Un poema telefónico

B me llamó, hablamos un rato
su bonita voz
su cálida voz
me pidió que le recitara un poema
le dije que no me sabía ninguno
cogí un libro, 
Poeta en Nueva York,
me dijo, página 32.
Cuando  lo abrí se deslizaron tres postits
escritos durante el verano de 2011
en los que C me declaraba
su amor incondicional.











miércoles, mayo 16, 2018

Amanecer



Firmaría palabra por palabra esta canción de Los Planetas.

Lo que anhelo es paradójico: cambiar de lugar sin cambiar de lugar, que todo sea distinto y a la vez familiar, que mis amigos permanezcan -pero que las calles parezcan sorprendentemente nuevas. Verlo todo con otros ojos. Arrancar los antiguos de sus cuencas y sustituirlos por otros que capten la realidad con intensidad.  ¿Se llama drogas?

Risas.

Pues no lo sé, la verdad es que no tengo ni idea. Me voy perdiendo y me desepero, pero trato de disimularlo en mi vida diaria y aparente. La vida de la apariencia.
La vida de Ey... qué tal... pues bien... oye que tocamos el sábado... a qué guay... vienes no? Sí, Sí... Mola... oye a ver si nos tomamos algo... claro... viste el otro día a Marta?... Sí, sí... Me partí de risa con... Ya... Oye vas a ir a...

Esa vida que me entretiene de lo del primer párrafo. Es la vida que le gusta "ver" a los demás, también. Las que los amigos quieren para ti. Pero en mi blog soy libre y hablo de la mierda subterránea.

Este fin de semana no sé qué voy a hacer. Llevo tres infernales. Infernales porque no me divierto ni nada me llama la atención y todo me parece más de lo mismo.  Le temo un poco al fin de semana porque son los días en los que tengo que llenar el tiempo, porque también es cuando lo tengo más vacío. Pero he pensado que este finde voy a intentar algo distinto. Todavía no sé el qué. Soy como una dolescente problemática pero sin ser ni adolescente ni problemática.

Le escribí a X la semana pasada, creo. Vi una camiseta y me acordé de ella y le escribí con todo mi corazón  silenciado y reprimido condensado en dos líneas. Además, pensaba que era su cumple. Le escribí desde una plaza muy bonita. Pensé que me iba  a dar el gusto de escribirle. Como quien comete un pequeño desliz.

Ayer me percaté de que las vecinas que se pasaban la vida en el balcón se han ido, ya no viven allí. A veces comentábamos chorradas sobre ellas. El balcón está sucio. Los cristales también. Han dejao una planta. La gente se va y deja plantas a merced del clima.

Pero casi siempre sobreviven.

He empezado a sentirme más cercana a B esta semana. Ella también. Me lo dijo. Pienso en ella y ella piensa en mí. Pero justo ahora dice que se va a enrollar con una muy guapa e interesante.  Joder. Me fastidió un poco.






jueves, mayo 10, 2018

Escabechina tinder

A pesar de llevar desde octubre de 2016 sin relaciones sexoafectivas (o como cada persona quiera llamarlo), hoy he cancelado un match en Tinder por una nimiedad. Risas. Le digo: “me encanta la canción que tienes de himno”, y dice “¿cuál? es que no me acuerdo”. 
Buuh. Error. Cancelar. 

No es tan grave pero... ya no me va de ponerme absurdamente tiquismiquis.








lunes, mayo 07, 2018

Una vida poblada




Esta mañana olía a jazmín por los alrededores del parque. Iba medio dormida y todo estaba tranquilo. Luego ha hecho un calor horrible y la existencia me ha parecido insoportable. Se mezclaba con la polución y el humo de los autocares. Y tenía sueño, mucho sueño.

R estaba muy contenta porque durante el finde había visitado pueblos que no conocía. Me ha dado envidia esa alegría sencilla. He rememorado un momento placentero cuando he pisado el último escalón, antes de salir a la calle, pero no sabría decir cual. Algo del pasado. Más que un recuerdo era una sensación. He cruzado la calle pensando en ello, en esas sensaciones huérfanas que van y vienen durante el día, durante los días. Y que vienen de muy lejos, como el eco. Mucha pantalla, mucho trabajo y tristeza, hoy. Una vida apartada (como la canción de Tirana):
penso que potser està bé
tancar-me a casa per un temps i no sortir, oh oh
saps el que penso de la gent?
saps el que penso de la vida?
el que he de fer és acabar
i després començar de nou
el que he de fer és acabar


Me acuerdo de algunas cosas buenas. Ojalá pudiera hacer un salto temporal hacia el pasado y embriagarme un poco. Iría a momentos con chicas, pero solo a cuando me querían y yo les parecía guay, cada una a su manera. He sido guay de distintos modos. Supongo que todavía lo soy pero a una le gusta que se lo digan y tal. Eso está mal. Lo de las chicas. Ilusionarse por los pueblos que no conoces, en cambio, está bien. Lo dice la “sociedad”. Me hago responsable de mi error constante... Tengo que ilusionarme por algún pueblo, como R... o por varios, ¡será por pueblos!






uh

domingo, mayo 06, 2018

Pretérito perfecto




Este fin de semana he pasado mucho rato en silencio mirando las plantas. Tal vez sea parecido a lo de meditar. Me he puesto un disco, Secret Place. He estado arreglando el botón que gira para subir el volumen. También he puesto un cassette de Patti Smith y sonaba bastante bien. He visto Taxi Driver. No he visto a ningún amigo porque todavía me estoy reencontrando. He sacado algo con la guitarra que podría acabar siendo una canción. He vuelto a leer un cómic que me gustó mucho en su momento, “Dentro de la noche”, de Eduardo González. He estado bailando escuchando School’94. Me he pasado Tinder entero y he llegado a la pantalla final. He estado transplantando y ordenando macetas. Tengo tierra entre las uñas.

viernes, mayo 04, 2018

El amor a primera vista detrás de una guitarra y un micro




La noche del primer concierto tuve un flechazo con una chica que me miraba. Me miró fijamente durante una hora. Me di cuenta desde la segunda canción porque abrí los ojos y la vi justo en línea recta. Su mirada destacaba, eran rayos. Yo pensé, ¿quién es esa chica? ¿quién es? Quiero que me mire así más veces. Que me mire muy fuerte. Y muy largo.

Sus ojos me tranquilizaban, yo estaba nerviosa por si se me olvidaba alguna canción. Lo recuerdo y me teletransporto. Aguanté su mirada varias veces, el poder de sentirse tras una guitarra, supongo.  Era una mirada misteriosa y dulce. Recuerdo que en una de las canciones ella cerró los ojos y sonrió, y luego volvió a abrirlos y siguió mirándome. Yo, feliz.

Estábamos por allí, bebiendo, charlando, amigos, risas.

Me la presentaron. Era amiga de la amiga de la amiga de un amigo. Estuvimos hablando bastante rato. Encima era interesante, simpática, muy natural. (Nota: en la conversación me dejó claro que le molaban las tías, fue clara al respecto. Y yo, claro, fuegos artificiales invisibles en el aire...) Le dije. Le dije. Le dije:

- Me ha gustado mucho tu mirada. 

Zasca.

Yo estaba extasiada y lo decía todo, todo lo que se me pasaba por la cabeza y me parecía que estaba bien porque me sentía arriba arriba arriba. Me dio su teléfono. Le mandé un arcoiris. Ella una mariquita. (Me pareció exquisito).


Le pregunté si quería quedar conmigo un día y me dijo que sí, me dijo que sí, con calma y tranquilidad conmigo... wow, pensé, wow, calma y tranquilidad, conmigo, wow. 

Esperé una semana entera y le mandé otro mensaje, muy corto. Una tontería. Para que se acordase de mí. Que tengas un bonito día, o algo así, no recuerdo exactamente, pero no más de tres palabras.

No me contestó. 

Han pasado tres semanas. No he vuelto a decirle nada más. Ella a mí tampoco.

Fin.


Eso sí, fue la hostia de bonito. Como una tarde que dura un verano.





martes, mayo 01, 2018

A veces, soy otra persona



Hoy he visto “En realidad yo no estaba allí” y me ha encantado. Llevo un par o tres de días sintiéndome sola, no me apetece compañía, ni que me propongan planes; pero sí ver películas, estoy en modo letargo. Aunque no dejo de pensar que la vida está fuera y yo estoy esquivándola... Porque ya la conozco. La perri, cuando se tumba a mi lado, me muerde las orejas flojito. Ya me sigue por la calle. Hace días que la llevo sin correa. 

Crece, a veces se para. Se para durante semanas. De repente, vuelve a crecer. Es soledad. Odio cuando salta el salvapantallas de la tele. No me gusta que anochezca tan tarde cuando me siento sola. Es como alargar la agonía. Cuando bajábamos, hace diez años, del faro de La Mola, el sol se ponía a las 21:15. No sé qué hacer en vacaciones. Hace tres años que no me voy de vacaciones. Pero sigo pensando en bosques, lagos y playas. Un día me iré de vacaciones.




lunes, abril 30, 2018

El tanatorio y el parque





Por las mañanas,  más o menos temprano, a eso de las 8:20, hay tranquilidad en el parque y en el tanatorio. Cuando cruzo bajo la arboleda siento que estoy en un lugar distinto durante unos minutos, en un lugar mejor, O en otro, en otro lugar. Me alivia. Se desdibuja lo de alrededor, me desdibujo yo, los demás, y solo queda algo verdadero.

Minutos antes paso frente al tanatorio y pienso en mi muerte y en cómo será. En si ocurrirá dentro de mucho tiempo o, por el contrario, en pocos años o en unos meses, o en días. No me angustia pensarlo, es algo que ocurrirá sí o sí. 


miércoles, abril 25, 2018

Ya se ha ido




Y ahora, de nuevo la alegría y ese furor primaveral. Ya se ha esfumado aquel velo de melancolía del  otro día. Los inicios de semana me sientan bien. Los inicios, en general, me renuevan y me dan energía. Me gusta ir a trabajar y estar con mis compañeras. He tenido mucha suerte. En junio hará un año ya, que empezó mi nueva etapa laboral. Y luego volver a casa y tomarme algo con V y con P en la calle. Es bonito. Tengo mucha suerte. Y que se hagan las ocho y todavía haya tanta luz. Y recibir un mensaje de "B": "¿On ets?"

En fin, otro día diré lo contrario y también estará bien. 

¡¡¡Rerverb mucha reverb, reverb por doquier!! Con reverb y delay todo es mejor.

domingo, abril 22, 2018

Ya ha vuelto



He vuelto a casa y las calles estaban vacías, los semáforos cambiando de color para nadie y las farolas iluminando la acera. No hacía frío en la bici, la temperatura era perfecta y sentía tristeza. Tristeza ligera. De esa que no pesa, que es incolora, y que se lleva como una chaqueta de entretiempo. Hay un montón de cosas que me ponen triste cuando estoy triste. Por ejemplo, los bares llenos de gente. Por ejemplo, los food trucks y un dj a mediodía. El atardecer y las golondrinas. Ha sido un día raro. Demasiados planes. Demasiada gente. Y yo, idiota perdida, melancólica y distante. Me ha llamado B. Hemos estado hablando un rato. Yo en la acera del Mercado de l'Abaceria, en uno de esos momentos en los que me he escapado y me he sentado a "solear". Hoy me he acordado de G mil doscientas veces, aprox. Me he tomado un café, necesitaba cafeína. Luego una coca-cola. Necesitaba más cafeína. Necesitaba un poste de electricidad. Hay canciones tan bonitas, que dan ganas de morirse después de escucharlas, porque ya no va a haber nada igual.

jueves, abril 19, 2018

Que viene, que viene, que viene...



Tardes largas de primavera... el martes, cerveza en la acera con V y E, ayer en la playa con H y hoy en el bar con G.

Estoy contenta, y mejor no me reservo, porque siempre viene el bajón, que viene, que viene, que viene. No voy a hacer como si nada, como si no estuviera muy feliz y las mañanas no me parecieran ultrabonitas. Lo estoy y me lo parecen.

 ¿Continuará?


jueves, abril 05, 2018

Mi puto grupo está a punto de debutar



(Durante la primavera del año pasado soñaba con tener un grupo, pero era algo remoto. Me compré una guitarra eléctrica nueva y empecé a componer sola y a grabar canciones. Luego decidí buscar a alguien para el bajo, otra guitarra más, y batería.  Y así empezamos a ensayar, a finales del año pasado. No parece tan fácil como pinta contado en tres líneas.

La semana que viene tenemos nuestro primer concierto y además en mi bar de conciertos preferido. Es como eso que sucede en las películas, que después de sufrir y tal, al personaje le pasa algo "extra-ordinario". A veces pienso que el aprendizaje de aquella historia que me rompió el corazón fue lograr transformarlo, indirectamente, en algo que ahora, en el presente, me conecta y me hace feliz. Bueno, hay que pensar en positivo, a veces. Risas. Sólo a veces.

Recuerdo el día que le dije a mi terapeuta, "es que lo que me apetece no es olvidarlo todo, lo que me gustaría es hacer canciones que hablen de lo que siento", y me dijo "pues hazlas". Y le pregunté, "¿pero no será peor? ¿No me revolcaré más en la mierda?", y me contestó "tienes que convertir tu tristeza en algo." Y creo que tenía razón. A veces, huir de lo que nos duele no es la solución, es mejor afrontarlo y comérselo con patatas y canciones para que pase mejor. ) 

lunes, abril 02, 2018

Aquel pasado




(La versión surf  de Wave of Mutilation era una de nuestras canciones preferidas once años atrás. La escuchabamos en una cinta de cassette. La música me ha llevado hasta aquel coche sin cd. Me gusta recordar ese tipo de cosas, porque ya no me duele. Tu amor era expansivo, era como pisar un pedal de efectos, era atmosférico y luminoso. No había nada que entender. No era complicado. Era un buen amor. He imaginado cómo sería tener esta vida si aquel pasado fuera ahora. Los sábados por la mañana nos compraríamos estrella galicia en el paki y nos las beberíamos en la acera, bajo el sol, con los ultra-vecinos. Quedaríamos con mis amigos. A algunos ya los conoces, ¿te acordarías? Subiríamos paseo de san juan para ir a casa de G. Te reirías con nuestras bromas. Sabrías de qué van nuestra bromas. ¿Vendrías al magia roja? No sé, tal vez no te gustaría demasiado. Vendrías a los ensayos de mi grupo y me dirías que te encanta. Porque todo lo que hacía yo, te encantaba. Más feliz contigo, no pude ser. Si supieras, ahora, la de marrones que tengo que esquivar o tragar o transformar. Todo el dia transformando marrones. Risa. Risas. Risa.)

Resumen




(He tenido algunas citas. No he sentido demasiada atracción por ninguna. Creo que tengo un bloqueo descomunal con las de las apps. A todo ello se suma mi desconfianza hacia los demás. Me molesta que todo el mundo se conozca. No quiero saber nada. No quiero saber nada de la ex de la ex ni de las ex de las ex ni de nadie. En la cita de hoy me he dado cuenta de que ya formo parte de ese entramado y me ha horrorizado bastante. Quiero estar al margen de todo eso. No quiero ser una conexión más, porque yo soy distinta.

Sola me siento protegida. Sin embargo, hay una chica que empieza a gustarme. La he conocido en un lugar. Un lugar físico, un lugar que se puede localizar en un mapa, un lugar que tiene olor, un lugar que se puede tocar.)